viernes, 1 de junio de 2018

Reseña manga - Ikigami #1


Atrévete a vivir como si fueras a morir mañana.

Autor: Motorô Mase
Editorial: Panini
ISBN: 978-84-96871-66-3
Demografía: Seinen
Tomos: 10
Sinopsis: En este país hay una ley, la Ley para el sostenimiento de la prosperidad estatal. Consiste en el reparto de unos comunicados, los ikigami, que notifican la muerte a unos pocos elegidos para que los ciudadanos respeten la vida y contribuyan al progreso del país. A quien recibe el comunicado le resta sólo un día de vida… <<No puedo hacer nada, nadie va a recordarme… Desaparezco sin dejar rastro… Hoy es el último día de vida que me han permitido vivir>>. Sólo 24 horas… ¿A qué hay que dedicar ese último día?
¿Cómo debo afrontarlo?



Reseña: Nada más verlo, el tomo me llamó la atención por tener un tamaño mayor a lo acostumbrado por los tomos manga. Este es un manga que parece muy actual, pero que en realidad refleja una Japón distópico, un futuro alternativo que podría estar más próximo de lo que pensamos. He extraído un pequeño texto que viene al principio del manga, de Raúl Izquierdo, que resume perfectamente la sociedad que nos vamos a encontrar en el manga.

“Para conseguir que Japón sea permanentemente un país próspero, el gobierno japonés desarrolla la Ley para el sostenimiento de la prosperidad estatal, lo que en otras palabras viene a ser una serie de “muertes al azar” que motivan al resto de ciudadanos. En la escuela, los niños son inoculados con una vacuna que les provocará la muerte entre los 18 y los 24 años. Una vez llegado el momento, se le comunica formalmente al desafortunado que en veinticuatro horas morirá. De esta manera, se le da la oportunidad de escoger la forma en la que quiere marcharse de este mundo. Como consecuencia de esta ley, los niños y jóvenes dan lo mejor de sí mismos a diario y, en caso de sobrevivir a esa franja de edad, se convierten en seres de provecho para la sociedad.”

Como veis, la sociedad retratada es bastante dura.

Al comienzo, la historia se centra en explicarnos cómo funciona la sociedad, algo que se agradece, ya que en otros mangas te introducen de golpe en ella y no sabes ni dónde estás. Nos encontramos con Fujimoto, que es el encargado de entregar los ikigami, también llamados “comunicados de muerte” a las víctimas de las vacunas mortales. Debe entregárselos justo veinticuatro horas antes de su muerte, para que puedan decidir lo que quieren hacer antes de morir. Este personaje sirve de puente entre las historias de las dos personas a las que entrega un ikigami: Yôsuke, un chico que sufrió bullying en su infancia, y Torio, un compositor y cantante cuya fama va en decadencia.

Las duras escenas que presenciamos nos harán preguntarnos acerca del sentido de la vida, para qué sirve trabajar tanto y esforzarse si puede que al final acabes muriendo antes de tiempo. Pues esto produce la acción contraria en los habitantes del Japón distópico: se esfuerzan aun más e intentan hacer todo lo posible por mejorar su vida. Nadie decide quién será el próximo afectado por la vacuna mortal, puede ser alguien que pensemos que no se lo merezca, que ha hecho todo lo posible por ayudar a los demás. Y ahí es cuando nos preguntamos ¿cómo es posible que alguien que no ha hecho nada malo tengo que morir mientras hay otras personas peores que siguen con vida? ¿Quién tiene la potestad de decidir que las personas tienen que morir para preservar el orden social?

Estas mismas preguntas son las que se plantea Fujimoto. Poco a poco se irán abriendo paso en su mente, hasta el punto en el que empieza a dudar de si su trabajo, anteriormente ejecutado casi mecánicamente y con frialdad, es adecuado, si esas personas merecen morir. Se le plantearán distintos dilemas morales que le harán dudar cada vez más de la sociedad en la que vive, aunque no se desarrolla demasiado la psicología de este personaje. Espero que en próximos tomos se desgranen algo más los pensamientos de Fujimoto, que seguramente será una pieza clave en el transcurso de los acontecimientos.

El dibujo es muy realista, con predominancia de entintados muy oscuros y sombras hechas a plumilla. Los fondos en general son bastante simples, con alguno más elaborado, aunque en este manga lo importante no son los dibujos, ni los fondos, es el mensaje, las preguntas y los dilemas a los que se someten los personajes.




Agradecimientos a Panini.




Esta reseña fue publicada originalmente en mi otro blog (Obsesión Otaku), que ha sido eliminado para unificar todas las reseñas en un solo blog.

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