miércoles, 27 de junio de 2012

Reliquia: La mansión de Cristal

¡Hola dragoncetes! Os preguntaréis de qué va esto de la "reliquia". Pues se trata de un pequeño relato que he encontrado hurgando entre los archivos de mi ordenador. Si la memoria no me falla, lo escribí con unos 9 o 10 años y gané el segundo premio de un certamen de relatos. 
Os lo dejo. Como podréis ver, no es ni por asomo el mismo estilo de escritura que tengo ahora, pero se pueden notar pequeñas pinceladas que poco a poco se han ido perfilando hasta convertirse en mi forma de escribir actual. No seáis demasiado críticos con este relatito, pensad que tenía 9 añitos :P



Había una vez un pueblo llamado Cristal. Allí vivía Erika, una chica bastante alta y pelirroja. Sus  ojos eran de color azul hielo, tenía la  cara llena de pecas y su pelo crecía haciendo ondas y era muy largo. Vestía con una blusa blanca, pantalones vaqueros ajustados y unas botas color púrpura.
Cristal era un pueblo pequeño, con casas de una planta, calles anchas y muchas zonas verdes a su alrededor.

A Erika le gustaba mucho vivir en Cristal. Por las tardes asistía a la plaza para escuchar los cuentos y leyendas que allí contaba un anciano, Lucheno, del que no se sabía de donde era. Una tarde el anciano contó una leyenda distinta:

“A las afueras de Cristal hay una mansión, pero no una mansión cualquiera, en ella habita una bruja malvada. Todos los que entran en ella, no logran salir, pues, se dice que la bruja se los come”

Todos se quedaron sorprendidos y asustados a la vez, ¿una mansión en Cristal? En Cristal no había mansiones.
Pero Erika no se asustó, al revés, se alegró, le gustaban los misterios y decidió investigar sobre la mansión.
Un día, estando en la biblioteca, encontró dentro de un libro un plano de la mansión que había descrito Lucheno, y descubrió que estaba llena de habitaciones. No se lo dijo a nadie, y se llevó el plano.

Erika se había fijado en algunas mujeres que vivían en Cristal, no se paraban nunca para hablar y solo salían de casa para ir a comprar, solían tener los ojos enrojecidos y estaban muy tristes.

Un día le preguntó a su madre:
 -Mamá ¿por qué algunas mujeres están tan tristes?
 -Por que sus maridos se fueron a la mansión para intentar destruir a la bruja y no han vuelto. -le contestó.

Erika lo comprendió todo y siguió investigando, pero en los libros no decía nada sobre la casa.

Cada día iban más hombres a la mansión y no volvían. Unos niños que se acercaron hasta allí, también desaparecieron, y desde entonces las madres no dejaban salir a los niños por miedo a que les pasara lo mismo.

Erika, harta de no poder hacer nada por nadie, decidió ir a investigar a la mansión. Preparó una mochila que no pesara mucho, solo con lo necesario: agua, dos barritas energéticas, un poco de chocolate, ropa, una manta, una navaja y el plano de la mansión. Como estaba muy cansada, iría al día siguiente en cuanto amaneciera. Conectó la alarma del despertador y se durmió.
Cuando sonó el despertador, Erika cogió su mochila y salió de casa sin hacer ruido para que su madre no la oyera.
Llegó hasta la mansión y abrió la puerta. Todo estaba a oscuras, menos una vara luminosa. Erika se acercó con la navaja en la mano, pero se dio cuenta de que era un báculo, lo miró con cautela descubriendo una pequeña inscripción sobre él :

“Quien  logre coger este báculo sin escaldarse será digno de enfrentarse a la bestia que habita en esta casa y de liberar el tesoro que esconde”.

Erika se quedó extrañada.
-“¿No era una bruja?” pensó. –“Bueno voy a probar a coger ese báculo.”
Alargó la mano y lo tocó pero no se escaldó, sintió que una alegría le recorría por dentro, y agarró el báculo con las dos manos, de repente, notó una presencia detrás de ella, se dio la vuelta y vio que un zombi se abalanzaba sobre ella, dirigió  el báculo hacia él y pidió que le ayudara, como si adivinara sus pensamientos, el báculo empezó a centellear y un torrente de magia cayó sobre  el zombi. Erika se deshizo del cuerpo y en cuanto miró a su alrededor se dio cuenta de que más zombis la rodeaban, entonces, pidió al báculo que creara un torrente de magia circular y, el báculo, creo algo que parecía agua, que en cuanto tocó los cuerpos de los zombis, estos se desintegraron por completo.

Erika aprendió a manejar el báculo y, ayudada de su luz, sacó el plano de aquella mansión. Tenía que subir al siguiente piso por unas escaleras. Estuvo buscando por toda la habitación con ayuda de la luz del báculo hasta que descubrió unas escaleras escondidas detrás de un cuadro.
Subió por ellas y notó que una sombra se deslizaba por el aire a su lado. A la luz de báculo pudo ver a varios vampiros que la intentaban atacar. A una orden suya, el báculo empezó a brillar mucho, tanto que cegó a los vampiros y los mantuvo alejados. Erika ascendió hasta una habitación brevemente iluminada en la que había una bruja.
 -¿Cómo podré detener a esa bestia? –se dijo la bruja que no se había dado cuenta de que Erika la observaba.
 -Creo que yo te puedo ayudar –le dijo Erika.
La bruja dio un respingo cuando se dio cuenta de que Erika esta allí.
 -¿Cómo te llamas? – le preguntó
 - Erika, ¿y tú?
 -Me llamo Magic y soy una bruja. Veo que tú también tienes un báculo.
-Si –dijo Erika.
-¿De que elemento mágico es el tuyo?-le preguntó Magic.
-Es de agua-le contestó Erika.
-Pues el mío es de tierra.
-Oye, Magic, ¿la bestia tiene un báculo?-preguntó Erika.
-No, y si vienes a enfrentarte a ella te puedo ayudar.
-Vale, aquí tengo…
-No hace falta un plano-le dijo Magic como si adivinara sus pensamientos-vamos a teletransportarnos con ayuda de mi magia. Pero ten cuidado, la bestia es de fuego, aunque tu báculo sea de agua ella es más poderosa que tú.
-Vale-dijo Erika con un poco de miedo.
-Bueno,-dijo Magic-cuando cuente tres. Una, dos y… ¡tres!
Erika sintió que algo tiraba de ella hacia arriba y luego cayó sobre una habitación que parecía un pabellón.

-No te distraigas-le dijo Magic.
-Os estaba esperando- dijo la bestia que surgió de entre las sombras.
Erika vio que se trataba de una mezcla de un dragón y un lobo, lo conocía de un libro que había leído, era un dracolobo.
De repente el dracolobo descargó una llamarada sobre ellas. Erika reaccionó a tiempo y la magia del báculo la envolvió en un escudo azul de agua. Miró hacia Magic y vio que había hecho lo mismo que ella pero su escudo era marrón.

Con mucha fiereza, Erika  descargó su báculo contra el dracolobo, que aulló de dolor, pero se dio cuenta de que ni sus ataques de agua ni los ataques de tierra de Magic le hacían efecto. Ordenó al báculo que lanzara los ataques con más potencia, y eso mismo hizo Magic, pero los báculos no podían, pues, tenían una potencia limitada.
Entonces a Erika se le ocurrió una cosa:
-Magic!, si tus ataques no pueden solos contra el dracolobo y los míos tampoco, podemos probar con los dos báculos a la vez.
-¡Vale!-dijo Magic esquivando otro ataque  del dracolobo.
-¡A mi señal!-dijo Erika haciéndose oír por encima de los gritos del dracolobo.
-¡Ahora!
Los dos báculos liberaron un torrente de magia que, al mezclarse se volvió plateado y, al tocar a la bestia, ésta  se deshizo en mil pedazos.

Erika y Magic se abrazaron y gritaron de alegría. Vieron que detrás del dracolobo había una jaula en la que estaban los hombres y niños que habían desaparecido. Estaban sorprendidos y aclamaban a Erika y Magic.
 Debajo de ellos había un cofre, que Erika abrió y descubrió que estaba lleno de oro. Magic liberó a los hombres y los niños. Cuando estuvieron todos libres, Magic los teletransportó fuera de la mansión. Allí, Erika y Magic destruyeron la mansión para que nadie volviera a entrar en ella y los niños corrieron hacia el pueblo gritando:
-¡Erika y la bruja nos han liberado de la bestia!

Toda la gente salió de sus casas para aclamar a Erika y a Magic.
Erika divisó a su madre que tenía lágrimas en los ojos y la abrazó con fuerza.
-Mamá, ya no hay que tener miedo porque he matado a la bestia con ayuda de mi amiga Magic.
-Muy bien –dijo su madre respondiendo al abrazo.
Como Erika era muy generosa repartió el oro entre todos los habitantes de Cristal.


¿Qué os ha parecido? Besos de dragón ^^

1 comentario:

  1. Que adorable relato ^^ Ya me hubiera gustado tener este arte con 9 años :)

    besitos<3

    pd: lo del dracolobo es muy original ;)

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