Reseña "Canción de hielo y fuego #1: Juego de Tronos"

Autor: George R. R. Martin

Editorial: Gigamesh
Páginas: 820
ISBN: 978-84-96208-91-9
Encuadernación: Rústica

Sinopsis: Tras el largo verano, el invierno se acerca a los Siete Reinos. Lord Eddars Stark, señor de Invernalia, deja sus dominios para unirse a la corte del rey Robert Baratheon el Usurpador, hombre díscolo y otrora guerrero audaz cuyas mayores aficiones son comer, beber y engendrar bastardos. Eddard Stark desempeñará el cargo de Mano del Rey e intentará desentrañar una maraña de intrigas que pondrá en peligro su vida... y la de los suyos. En un mundo cuyas estaciones duran décadas y en el que retazos de una magia inmemorial y olvidada surgen en los rincones más sombrios y maravillosos, la traición y la lealtad, la compasión y la sed de venganza, el amor y el poder hacen del juego de tronos una poderosa trampa que atrapa en sus fauces a los personajes... y al lector.

Mi opinión: La profe de Lengua nos mandó hacer la reseña de un libro para las vacaciones de Semana Santa y yo elegí Juego de Tronos. Como creo que me quedó lo suficientemente larga, he decidido publicarla en el blog.

 Juego de Tronos es el primer libro de una saga de fantasía épica escrita por George R. R. Martin, llamada Canción de hielo y fuego. Aún no he leído los siguientes libros de esta saga, a pesar de que están entre los muchos volúmenes que pueblan mis estanterías; por eso, sólo me centraré en el primero.

 Como bien he dicho antes, Juego de Tronos es de temática fantástica-épica, pero… ¿qué es lo que lo hace más importante que los demás hasta el punto de haber cambiado mi vida? Existen muchos otros libros con los mismos tópicos e igual de interesantes, pero Juego de Tronos me impresionó mucho por varias razones.

 La primera es la portada. Nunca había visto una cubierta de libro tan bien dibujada y con tantos detalles. En ella aparece John Nieve, uno de los personajes del libro, junto a Fantasma, su lobo. El dibujo es muy fiel a las descripciones de estos personajes que aparecen en el libro, algo que no siempre ocurre, por eso siempre me fijo mucho en la portada.

La segunda es la temática. Desde que empecé a leer siempre me atraían mucho las historias que hablaban de dragones, brujos, magos, reyes en sus castillos, batallas épicas… Juego de Tronos no iba a ser una excepción. En él se pueden encontrar desde reyes malvados y usurpadores hasta princesas guerreras, pasando por mujeres que adoptan dragones y muertos vivientes que intentan abandonar su confinamiento. Esta mezcla resultó un imán para mí; en cuanto leí la sinopsis de este libro supe que tenía que comprarlo. Me encanta leer acerca de cosas que ni por asomo podrían existir en la vida real, al menos por ahora.

 La tercera razón es la estructuración de los capítulos. Normalmente están numerados o van introducidos por una pequeña frase y suelen estar contados por uno o dos personajes a lo sumo en primera persona o por el narrador en tercera persona. Pero no ocurre así en Juego de Tronos. En este caso, son distintos personajes los que narran la historia, aunque es en tercera persona y los capítulos tienen el nombre del personaje que está contando los hechos, es decir, todos los personajes importantes contribuyen a crear la historia aportando distintos puntos de vista, por lo que la lectura resulta bastante amena.

 La cuarta son las espectaculares descripciones que contiene la novela, tanto de lugares como de personajes. Las escenas de acción y combates están descritos tan detalladamente que parecen reales al imaginarlos. En ocasiones, el exceso de descripciones en un libro puede hacer que la lectura resulte un poco pesada y exasperante, pero en este caso pienso que todas son absolutamente necesarias.

 Y la quinta y última razón y no por ello menos importante, es la trascendencia que ha tenido la lectura de este libro en mi vida literaria. Juego de Tronos ha sido uno de los libros que me ha catapultado a la escritura, invitándome a crear mi propia historia utilizando únicamente mi imaginación. No puedo decir que no habría empezado a escribir si no hubiese leído Juego de Tronos, porque seguramente otro libro habría ocupado su lugar, pero lo que sí puedo afirmar es que gracias a él he conseguido poner en orden mis ideas y comenzar a plasmarlas en un papel.