“Ya es invierno, cómo pasa el
tiempo. Parece que fue ayer cuando escuché su risa por última vez”, pensó Zyke
mientras miraba por la ventana, admirando la serenidad del bosque por la noche.
El paisaje era sencillamente hermoso y tranquilizador. Los diminutos copos de
nieve se posaban delicadamente sobre el suelo del bosque, cubriéndolo aun más
con su blancura nívea. Los árboles, sumidos en su letargo invernal, parecían
querer alcanzar los cristales helados que descendían por su lado. A Zyke le transmitía serenidad la nieve, era
la única cura para el dolor y la melancolía que desgarraban su corazón desde
hacía un tiempo.
Ni siquiera el viejo piano de
cola lograba atenuar su tristeza. Desde aquel suceso, el polvo, como si de
oscuros copos de nieve se tratase, había ido cubriendo sus teclas. La guitarra
eléctrica languidecía en el interior de su funda, suplicando el tacto de una
púa sobre sus cuerdas. Pero no tenía sentido arrancarles acorde alguno,
sonarían completamente vacíos. Sin ella nada tenía sentido, ella era lo que le
daba color a su música y sentido a sus canciones.
Zyke suspiró, apoyando la cabeza
en la otra mano. “Seguir adelante”, qué fácil es soltar esa frase para quedar
bien. Pero lo difícil es ponerse en el lugar de esa persona que sufre, sentir
su infinito dolor, palpar su tristeza, llorar sus lágrimas. “No tienen ni
idea”.
El eco de una cantarina risa lo
sacó de su ensimismamiento. Era su risa. “Alto Zyke, ella está muerta, no te
hagas falsas ilusiones”. Volvió a oír la risa y su corazón se llenó de un
sentimiento que creía perdido, encadenado en lo más profundo de su ser: la
esperanza. No tenía nada que perder, no podía perder nada por averiguar a quién
pertenecía esa hermosa risa. Se puso su antigua gabardina negra de cuero y
salió al encuentro de la noche en el bosque. Miró hacia todos lados, intentando
encontrar algún tipo de rastro. De repente pudo ver un resplandor fugaz que
desapareció en dirección a lo más profundo del bosque y decidió seguirlo,
aferrándose a ese reducto de esperanza que se había instalado en su corazón.
Corriendo lo más rápido que pudo, llegó al lugar donde aquel resplandor había
brillado, encendiendo la llama de su alma perdida. Un repentino parpadeo le reveló
la figura transparente de una niña menuda de rizos color azabache y tez del
color de la nieve. Sin poder contener el sentimiento que lo embargaba, Zyke
cayó de rodillas sobre la nieve ante la etérea figura. No podía creerlo, era
ella. Su amor, su inspiración, su luz, su vida… su hija. Intentó agarrar la
fina tela de su camisón, pero sus dedos atravesaron la figura limpiamente sin
tocarla.
-Papá… -susurró ella con una
vocecita infantil y Zyke no pudo contener más sus lágrimas. Dejó que salieran y
resbalaran dejando pequeños surcos húmedos en sus mejillas.
-Melody…
-Papá no llores. He venido para
llevarte conmigo. Toma mi mano y te llevaré donde estaremos juntos para siempre
–le tendió la translúcida mano con la palma extendida hacia arriba.
Hacía muchísimo frío. Zyke estaba
seguro de que no podría levantarse aunque lo intentase mil veces. Sentía el
cuerpo entumecido y apenas podía mover los brazos. Sin dudar, tomó la manita
que le ofrecía su hija entre las suyas, y esta comenzó a entonar una delicada
melodía con su aguda voz. Zyke la reconoció al instante, era la canción que
compuso expresamente para ella y que le cantaba todos los días antes de dormir.
La nieve había dejado de caer y la nana de Melody estaba llegando a su fin,
fundiéndose con el susurro del gélido viento que soplaba entre los árboles,
cuando Zyke se abandonó al frío de la noche.
Me ha gustado mucho ^^
ResponderEliminarbesitos<3
Leído. Está bien escrito, lo que ya es un punto a favor. El final me ha recordado, en cierta medida, a "Noctalia", es decir, que también me ha gustado. Sabes que se empieza por un relato corto, se pasa a uno largo, y sin darte cuenta, estás escribiendo una novela, ¿lo sabes, verdad?
ResponderEliminarUn abrazo ;)
Gracias por los comentarios, resulta agradable saber que lo que escribo le gusta a otras personas :)
ResponderEliminarme han gustado varios pero este tiene un algo especial que me ha atrapado, es muy bonito.
ResponderEliminarque texto mas maravilloso. La historia es preciosa y esta muy bien escrita. Si te gusta escribir, lanzate a ellos, porque en mi opinion tienes cualidades.
ResponderEliminar¿sabes una cosa? dicen que los bueno autores tienen la facilidad de hacer que un texto parezca facil de escrbir. A mi este ma ha parecido que ha salido solo, como un suspiro, y sin embargo estoy segura de que detrasa de esto hay bastante trabajo.
Me ha encantado, muy muy muy bueno:)
Muchísimas gracias :)
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