miércoles, 31 de octubre de 2012

Relato - El Sacrificio (Parte II)

Como regalito de Halloween os traigo la segunda parte del relato El Sacrificio. Para leer la primera parte click AQUÍ. Lo he escrito bastante rápido, así que si notáis algún fallito o algo que se pueda mejorar, no dudéis en avisarme ^^




 Notaba cómo se acercaban a mí. Unas manos desataron mis muñecas, pero las mantuvieron sujetas contra la fría piedra del altar. En ese momento el fuego volvió a llamear con fuerza y pude atisbar el destello de algo que caía sobre mí. Una punzada de dolor atravesó mi costado y la sangre comenzó a manar de la herida abierta.

Los que me sujetaban se apresuraron a inclinarme sobre un recipiente que iba recogiendo el preciado fluido que poco a poco escapaba por mis venas. El que parecía ser el líder se despojó de la oscura túnica que le cubría, dejando al descubierto el cuerpo arrugado y flácido de una persona anciana. La única parte de su cuerpo por la que parecía que no habían pasado los años era su cara, la de un joven de veintipocos años. Tomó el recipiente de manos de sus subordinados y lo volcó sobre su cabeza. El resto de encapuchados comenzó a entonar de nuevo el rítmico cántico, que ahora podía distinguir con claridad.

La sangre es la vida. Vive y muere por la sangre.

Ahora sí que tenía claro que estos tipos formaban algún tipo de secta satánica o algo parecido. El miedo atenazaba mi cuerpo y no podía hacer nada más aparte de observar atónito cómo el cuerpo del líder recuperaba el vigor y rejuvenecía cuando mi sangre entraba en contacto con su piel.

-¡No es suficiente! –gritó con una voz ronca y siseante que me heló la sangre-. ¡Tenemos que exprimirlo al máximo! ¡Llevadlo a la dama!

Este era mi fin, lo presentía en cada célula de mi cuerpo. Los encapuchados me arrastraron hacia una especie de sarcófago. Cuando lo abrieron, vi que su interior estaba plagado de espinas metálicas. Las fuerzas me habían abandonado, no podía resistirme y luchar; me soltaron como a un fardo de ropa dentro de la caja. El miedo también había huido de mí, no sentía absolutamente nada. Sólo resignación.

La puerta con espinas se cerró sobre mí y lo último que sentí fue el frío beso de aquella cruel doncella.

9 comentarios:

  1. Esta muy intenso. La incertidumbre ante el sacrificio y la agonía frente a lo inevitable está muy bien plasmado. Solo debes poner atención a la puntuación. Magnífico. (y)

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  2. Hola, Caballera. Un relato muy apropiado para hoy. Intenso, agobiante. Mal beso es ése que describes, y cruel amor el de la dama.

    Un abrazo.

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  3. Está genial. Me ha dado cosita el líder ^^ Muy bien llevada la historia.
    Besos

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  4. Muchas gracias a todos por los comentarios ^^

    @Carlos Molina: la puntuación todavía es mi asignatura pendiente, es cierto que suelo cometer muchos fallos o hago un uso inadecuado. Poco a poco intentaré ir mejorando :)

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  5. ¿Dónde están los fallos de puntuación? Yo la veo correcta. Quizá, colocaría una coma aquí: "Cuando lo abrieron, vi...". Por lo demás, no veo dónde está el mal uso.

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