Os traigo un pequeño relatito que se me ocurrió justamente ayer por la noche. Es un poco distinto de lo que suelo escribir... si queréis saber por qué lo tendréis que leer :P
Desperté justo cuando aquella preciosa
mujer vestida de blanco se inclinaba sobre mí para depositar un beso en mis
labios. Notaba las muñecas y los tobillos entumecidos, y al desperezarme pude
comprobar que se hallaban inmovilizados. Estaba atado de pies y manos con
gruesas correas de cuero negro, tumbado sobre una superficie de piedra un tanto
incómoda. Alguien me había despojado de mis ropas, dejándome completamente
desnudo. Levanté la cabeza para poder observar lo que me rodeaba.
Una enorme pira ahuyentaba la
oscuridad desde el centro de la estancia, sin ningún tipo de combustible que la
sustentase. Numerosas cadenas colgaban de un techo irregular y una gran
estrella de cinco puntas se alzaba en una pared, pintada con un tono rojizo que
había resbalado dejando pequeños hilillos carmesí, que junto con las
irregularidades de la pared le daban un aspecto descuidado. Justo al otro lado
de la amplia sala había una mesa de madera muy vieja con grilletes oxidados
anclados a sus patas. Desde la posición en la que me encontraba no podía
observar mucho más; la luz de la hoguera hacía un doble trabajo: limitaba mi
visión por su excesiva claridad y al mismo tiempo no me alcanzaba lo suficiente
su luz, por lo que me hallaba envuelto en penumbra.
Ahora llegaba la pregunta clave, o
mejor dicho, las preguntas clave:
¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? ¿Es esto algún tipo de castigo por mis malos
actos?
El silencio que me envolvía se vio
interrumpido por un tenue aunque molesto zumbido que invadió mis oídos. La angustia,
que se había instalado en mi interior desde que desperté, comenzó a aumentar a
pasos agigantados, aderezada con una buena dosis de pánico. El zumbido crecía
en intensidad, acompañado por una serie de golpes rítmicos que daban la
impresión de estar aproximándose. Parecían voces entonando algún tipo de
cántico… y se acercaban a mí. Aterrorizado, me revolví furiosamente para
intentar liberarme de mis ataduras, pero sólo conseguí incrementar el dolor de
mis extremidades.
El sonido de una puerta al abrirse me
puso sobre aviso. De repente, la luz del fuego desapareció con un chasquido y
todo quedó envuelto en la más absoluta oscuridad.
¿Qué os ha parecido? Ahora viene la sorpresita... este relato puede continuar, todo depende de vosotros. Si queréis saber que le sucederá al personaje sólo tenéis que dejar un comentario en esta entrada y colgaré la segunda parte :)
Besos de dragón ^^
Está muy bien y, obviamente, quiero saber que más ocurre. Espero pongas pronto la segunda parte ^^
ResponderEliminarCreo que es el primer relato tuyo que leo, voy a tener que leer los demás ^^
Besos
¡Quiero saber!
ResponderEliminarespero que no tardes mucho en mostarnos como continúa.lcd
ResponderEliminarSólo un pequeño apunte: "pintada con pintura roja", queda redundante. Quizá: "pintada en un tono rojizo". Claro que deseamos saber más... ¡Nos has dejado en el momento de mayor tensión!
ResponderEliminarTienes razón, no había caído, gracias por la ayuda :) Estaba esperando tu comentario, ya que sueles hacerlo en los relatos, y no me he equivocado jeje. Muchas gracias y saludos :)
EliminarMe paso a cotillear cada vez que actualizas. El tema es que la mayoría de libros que lees no me interesan ni los he leído. Por eso comento sólo en los relatos ;)
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