Reseña - Fairy Oak #1: El Secreto de las Gemelas

Autor: Elisabetta Gnone

Editorial: Marenostrum

Páginas: 284

ISBN: 84-96391-56-6

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

Sinopsis: Fairy Oak es un pueblo mágico y antiguo, escondido en los pliegues de un tiempo inmortal. Para encontrarlo, habría que viajar entre las mesetas escocesas y los acantilados de Normandía, por los valles floridos de Bretaña, entre los verdes prados irlandeses y las bahías del océano.

El pueblo está habitado por criaturas mágicas y seres humanos, pero es difícil distinguir a unas de otros. De hecho, hadas, magos, brujas y ciudadanos normales viven en sus casas de piedra desde hace tanto tiempo que nadie presta ya atención a las rarezas de los otros. Y después de tanto tiempo, ¡todos se parecen un poco! Todos salvo las hadas, que son muy pequeñas y luminosas… ¡y vuelan! Los magos y las brujas del valle las mandan llamar para que cuiden a los pequeños del pueblo. Esta historia está contada, precisamente, por una de ella: Felí, el hada de las gemelas Vainilla y Pervinca.

Mi opinión: Este libro es el primero de una trilogía que leí ya hace unos cuantos años y que he vuelto a leer ahora porque tenía en la estantería sin leer los libros de la secuela publicada posteriormente y quise revivir las aventuras de los habitantes del peculiar pueblo de Fairy Oak.

La historia comienza con la llegada del hadita Sifelizserádecírnosloquerrá (en resumidas cuentas, Felí) a Fairy Oak para trabajar como niñera de las futuras sobrinitas de la famosísima bruja Lala Tomelilla: Vainilla y Pervinca Periwinkle. Cobrando un sueldo de diez pétalos de rosa al mes más dos panecillos de naranja en días de fiesta, Felí deberá cuidar de las gemelas durante sus primeros quince años de vida.

La historia está contada íntegramente por Felí a modo de diario, por lo que conoceremos todos los detalles desde su punto de vista: su primera impresión del pueblo, sus aventuras y la cantidad de personas a las que conoce.

Las gemelas, Vainilla y Pervinca, a las que sus amigos y familiares llaman más cariñosamente Babú y Vi, son completamente opuestas. Vainilla es dulce, frágil y responsable mientras que Pervinca es más revoltosa y rebelde. A sus personalidades dispares se unen las de sus amigos Flox Polimón, Grisam Burdock y Shirley Poppy y las de otras haditas niñeras Docesutilessoplosdeviento (Devién), Velolaflorqueflorecerá (Lolaflor), Paratitraigocuatropétalosenelcorazón (Talosén), Enlospulgarespicorsiento (Pic) y Meacordarédetiacuérdatedemí (Tedemí), con las que vivirán gran cantidad de aventuras.

Mientras que Grisam y Flox provienen de familias de Magos de la Oscuridad, poseedores del poder destructor, Vainilla y Pervinca son sobrinas de una Bruja de la Luz, poseedora del poder creador. Los poderes mágicos se transmiten de tíos a sobrinos y Lala Tomelilla está preocupada por que sus sobrinas no haya heredado sus poderes, ya que un artículo del Código Brujeril dice que los gemelos no pueden heredar poderes mágicos. Todo se sabrá a su debido tiempo.

Este es un libro más bien infantil, puede apreciarse por el tamaño de la letra, pero no creo que desagrade al público juvenil, ya que contiene ciertos valores de los que algunas novelas juveniles se han olvidado de incluir: la amistad, la inocencia, el valor, el compañerismo…

No existe ni un solo personaje cuya personalidad se parezca mínimamente a la de otro. Es lo que cabría esperar de Fairy Oak, un pueblecito donde brujas, hadas y magos conviven con humanos sin poderes (Sinmagia). De todos ellos la que más me ha llamado la atención ha sido Shirley Poppy, porque hay un halo de misterio que la rodea cada vez que aparece en el libro.

La trama en sí es muy original, aunque un poco predecible al tratarse de un libro más bien infantil. Queda algún que otro cabo suelto para el próximo libro. Y si tuviera que definir el estilo de escritura de la autora, diría que es “colorido”; los colores, olores y sabores aparecen tan bien descritos que resultan envolventes y llegan a parecer casi reales.

Tampoco podría quedarse sin alabanza la edición del libro, cuidadísima hasta puntos insospechados. Al principio de cada capítulo hay una flor dibujada y podemos encontrar ilustraciones en blanco y negro diseminadas por todo el libro (a las que yo, cuando era pequeña, decidí darles color para que fueran más “alegres”). También hay algunas páginas con ilustraciones en color, dedicadas al álbum de recuerdos de Dalia Periwinkle con las que podremos conocer un poco más a cada personaje.

En resumen, si os gustan las historias coloridas, llenas de aventuras, magia y mucha amistad, no dejéis de leer estos libros. A mí personalmente me encantan.